Cuentos De Hadas ( Primera Parte )

Erase una vez, un bella historia de la cual solo se sabía una corta e incongruente versión; es bien sabido que cada narrador, cuenta la historia según su propia conveniencia. Así fue como la linda princesa termino enamorada de un apuesto príncipe azul, que a base de mentiras día a día se abre camino para llegar a su entrepierna; que quede claro, solo se trata de “ponerle chorizo al pan” por eso, las mentiras duran tanto, como los libidinosos motivos que las originan, después de intercambiar fluidos, ya no tendrá motivos por el cual seguir con la juerga sentimental, un tanto trabajada, a la que él juega.

El príncipe azul, engalanado con lindas palabras y gestos eventualmente caballerosos; hoy corteja, a quien en su momento definía solo como “un virgo seguro” para aparentar con sus amigos, que él es “un macho de pecho peludo”, sátira representación de un "homohabilis", el cual se expresa en proporción a su coprofilica tendencia de malhablado, que hace parecer ocasionalmente como un machismo jovial. Por otra parte, no hay que negar que la princesa es realmente bella, mas no goza de esa inteligencia y cultura general, de la que a veces alardea; tonta es la mujer que crea en palabras bonitas, que solo son pronunciadas para abrir de piernas a esas desventuradas damiselas, que en su ignorancia creen, que quien ni siquiera baja el excusado, le puede bajarle el cielo y las estrellas.

Al momento de narrar historias, un mal cuenta cuentos, se olvida de mencionar los aspectos escatológicos de la historia, los que de una u otra forma le dan sentido y veracidad a lo que se dice. Un príncipe azul borracho y lívidamente desmesurado, el cual  no hace mucho paso por un "lapsus" en el que quería intimar (darle gusto al cuerpo) con más de una princesa de otro bizarro príncipe; pero esto es normal, el príncipe azul del cual hoy se hace referencia, pertenece a una “corte noble” en la que básicamente compartirse las mujeres, no es algo atípico, es solo el equivalente de la vieja usanza de Sodoma y Gomorra, pero modernizada al siglo XXI, donde besar la misma boca, que meses antes le practicaba felaciones a varios de sus "amigos" es algo aceptable e incluso demasiado habitual.

 

La Conversación

Tu rostro risueño provocaba que yo, eventualmente también sonriera como un tonto niño ilusionado, así fue como saludarte nunca se me hacía sencillo, quizás fue ese brillo en tus ojos color café, lo que me quitaba el sueño prácticamente cada noche; aquellas en las que estudiar yo debía, pero por solo pensar en ti no podía,  ni siquiera concentrarme en lo que hacía.

A sabiendas de que tú y yo no éramos precisamente los mejores amigos, aun así debo confesarte que me encantaba hablar contigo, sin importar de que, o el medio que empleáramos para conversar; en esos días en lo que al menos conversábamos, yo terminaba casi siempre como un loco quien farda de su locura, riéndome a carcajadas por tus notas de voz tan oportunas. Ahora que estoy en plan de confesión, debo añadir que aún recuerdo esa ocasión,  en la que te recostaste en mis piernas, tal vez para descansar un poco de aquella agobiante faena universitaria. Era un septiembre al mediodía y el calor que hacía, prácticamente nos derretía en esa banca de concreto, que ocasionalmente se mantenía fría. Nuestros diálogos hasta hace no mucho eran bastante afables, contigo sentía la libertad de hablar de cualquier tema, incluso de los no tan políticamente-aceptables, y aun así no me sentía culpable de nada, por esa razón solo a ti contaba las cosas , tal cual las pensaba. Hablamos durante horas de ciencia, política, religión y de una que otra bobada, envuelta de tus risas y mis miradas, un tanto desenfocadas.

Sin importar del no tan fortuito hecho de que tú me encantabas mas allá de una simple, y aveces pasajera atracción, las cosas no resultaron como quería; llegado el momento, tras una innecesaria conversación sobre un malentendido, tuve que mentirte diciéndote que no era que me gustabas, que simplemente me agradabas y por dicha razón, era que cariñosamente te trataba; estas no serían más que piadosas mentiras que me vi obligado a decir, para protegerte y protegerme a mí… 

El Quizás

El hecho de estar vivos nos lleva a cometer muchos errores, errores que de una u otra forma nos llevan al fracaso, un fracaso tan literal como la definición que nos otorgue nuestra conciencia. Una forma de ejemplificarlo, es utilizar el amor para describirlo, ya que no hay nada que nos resulte más impreciso y confuso que el simple pero magnifico hecho de estar completamente enamorados, bien sea del amanecer de un nuevo día o de aquella chica que me gustaba, la misma chica que día a día sin saberlo me enamoraba, la cual nunca me correspondió como yo en aquel momento lo deseaba y quizás a la cual jamás volveré a ver. La descripción por definición de todo esto, de lo cual hoy hago referencia, está en la forma en la cual yo la miraba, en cómo me intrigaba su forma de ser tan callada, pero que a la vez, gritaba un mensaje fuerte y claro, el cual al parecer nunca comprendí, quizás porque no quise ver más allá, de lo que estaba o no a simple vista. Como olvidar el dulce aroma de su cabello castaño claro en contacto con mis manos, mientras que yo sin malicia alguna lo acariciaba; el suave tono de su voz al pronunciar mi nombre me encantaba, a tal grado de mantenerme desconcentrado todo el día. En realidad no sé qué paso, ni en qué momento sucedió, quizás no era el lugar correcto, quizás dije algo malo o quizás simplemente no dije nada que le demostrara a ella , lo mucho que me interesaba.

Quizás… en un quizás se nos vaya la vida, si cuestionamos hechos que pasaron y de los cuales al parecer no aprendimos nada. 

Punto Muerto

Como el escritor que ya no escribe o el amante de los libros que hoy odia la lectura, todo en determinado momento va perdiendo nuestro interés hasta llegar a un punto muerto... es así como van cayendo en la larga lista de actividades que día a día realizamos; nos vemos atado a esa cadena con grilletes llamada monotonía que limita los pasos que damos, incluso llegamos a definir como pasatiempo aquello que para nosotros lo era todo,  o al menos eso creíamos en aquel entonces , cuando nuestros sueños eran alimentados por la inspiración , motivación o como queramos llamar a eso que nos impulsó a efectuar cualquier acción sin la necesidad de un objetivo , una excusa auto-creada intrínsecamente para justificar el hecho de que el sueño está muerto, desciendes en una distocia personal solo y por el simple hecho de saber que realmente estamos vivos y formamos parte de algo, sin importar que sea, vives; mas no estás de acuerdo con los que vives.

Todo resulta más fácil cuando se vive en la ignorancia, desconociendo gran parte de la vida, como el triste y fatídico hecho de envejecer y morir; aunque para aquellos que dejaron su huella a lo largo de la historia , el morir es relativo (solo mueres cuando eres olvidado); para nosotros los que aun continuamos vivos , vivir va más allá de solamente respirar o el sentir nuestros corazones palpitar , la vida implica mucho más que lo que a simple vista se ve , solo es cuestión de ver lo que no se puede ver , la verdad esta hay afuera oculta entre cada amanecer de un nuevo día.

Reynaldo Zarraga - Breymer Maza