sábado, 12 de noviembre de 2016

Cuentos De Hadas (Segunda Parte)


De las princesas de estos bizarros (un tanto dantescos) cuentos de hadas, aún muy poco se sabe, hay quien las podrían definir como bellas, aunque solo son físicamente agradables (según quien a continuación escribe). Está aquella, la que con salvajes movimientos pélvicos intenta llamar la atención sobre un metafórico escenario de burlesque victoriano. Una mal llamada bailarina que forma parte de las peculiares historias de esta indiscreta y un tanto escatológica colonia pseudo-feudal, historias que pueden resultar un tanto pintorescas y divertidamente irónicas para quien gustosamente las escribe, única y exclusivamente para alimentar el morbo colectivo de la comunidad eventualmente lectora, mas no para quien las vive a traves de las malas lenguas de quienes no dudan ni un segundo en difamar; solo son brujas, tantas que no podría ni contar… Polifacética, creo que así la llaman, aquellos falsos aduladores (jalabolas), que con lindo palabreo un tanto convincente se la quieren llevar a la cama, no en busca de virtud si no de fama (¡me cojí a la hija de la maestra!).


Entre las princesas de este sátiro reino está una, que sin duda alguna es la preferida de los caballeros no tan caballerosos, cuyo único concepto de la mujer es: un culo y un par de tetas. La princesa católica ortodoxa (de padres también católicos ortodoxos, claro está) que todos los domingos yace sentada en primera fila en la iglesia los 7 sacramentos que queda frente a su residencia de aspecto bien acomodado, hoy le hace gracia y ríe abiertamente (buscando agradar) con un tono de picardía tras escuchar una historia sobre penes y vaginas, contada por el ¿gracioso? bufón borrachín de buen apellido, pero con actitud de pordiosero un tanto depravado, y aunque a muchos su inadecuado comentario nos haya incomodado parcialmente, hay que aceptar el lamentable hecho de que él forma parte de esta “jocosa” comunidad donde la podredumbre es el legado.
 
Consignas de “respeto” y “auténtico amor” hacia quienes en algún momento fueron sus amadas e idolatradas musas, las que inspiraron rebuscadas frases de un romanticismo de arcadas, se han vuelto cada vez más común entre el populacho “podrás no hablarme, podrás ignorarme e incluso hasta hablar mal de mí, pero nunca, nunca podrás deschupármelo” ¡¡ toda una oda al amor !!  Que nos habla del furor de recordar hoy una mamada con tanto rencor... Pero esto es algo normal, la princesa de la cual hoy se hace referencia, pertenecía (tiempo pasado) a una “corte noble” muy unida, en la que básicamente compartirse las mujeres no es algo atípico, es solo el equivalente de la vieja usanza de Sodoma y Gomorra, pero modernizada al siglo XXI, donde darle salvaje sexo oral a varios de los “amigos” de tu actual pareja, es algo muy aceptable e incluso demasiado habitual.  

Breymer Maza

martes, 27 de septiembre de 2016

Renacer


Y entonces ví como todo se oscureció para darles libre paso a las llamas, las cuales no eran rojas ni naranjas, eran de un gris muerto, opaco, y venían por mí. No pude escuchar nada más que mis pensamientos, sentí como mi piel se incineraba, se cuarteaba, y burbujas negras comenzaron a brotar convirtiéndose en llagas putrefactas; no tenía voz, no podía pedir ayuda, solo pude retorcerme hundida en mi agonía. Casi podía sentir como mis huesos se fundían con mi carne, podía ver mi sangre evaporarse y mezclarse con el aire.


No sé por qué no moría, tampoco porque seguía consciente de todo lo que estaba pasando. Mi audición regreso con un único estallido, comencé a escuchar desgarradores gritos por todas partes, desesperados de lamentaciones y de pronto me di cuenta que no estaba realmente agonizando en llamas grises; agonizaba en almas, almas atormentadas, mi pecho se hundió, el estallido fue producido por mis pulmones, mis costillas se rompieron y comencé a caer, y caer...  Comencé a ver las almas cada vez más y más lejos, entonces escuche como gritaban "pecadora". Mis pies y mis manos comenzaron a convertirse en cenizas que se ligaban con el aire mientras caía. Me convertí en uno con el eterno vacío, hasta que caí en una montaña de plumas blancas, respire hondo y sentí como una paz fuera de este imperfecto mundo me acunaba, y entonces lo entendí, han limpiado mi ser de pecados, es momento de renacer. Entonces... Me desmayé.




Milagros Ríos 


viernes, 19 de agosto de 2016

¿ Sabes ... ?


El cansancio y la tristeza no son sentimientos tan diferentes como en ocasiones pensamos, ¿sabes? Resulta tan fácil confundir un estado de ánimo con otro basados en pequeñas similitudes que ignoramos, aunque de cierta forma también estamos tomando en cuenta… Es extraño lo poco que conocemos nuestros propios sentimientos. ¿Sabes que ayer me sentí totalmente renovada? Aunque anteayer me hallaba llorando como una asustada niña frente a un profesor; no era para nada mi intensión hacerlo, pero mi frustración ante aquella situación se vio reflejada en un caudal de lágrimas recorriendo mi rostro. Ahí estaba yo, después del cada vez más lúgubre atardecer, sola como es habitual, preparándome… no, no, por una vez no era algo de comer, y de repente, experimente un extraño sentimiento en mi interior.

Al principio pensé que solo se trataba de hambre, tras no desayunar y estar casi 3 horas haciendo una cola para poder comprar 2 míseros panes, otra cosa no se habría esperado, pero entonces tuve una idea tan verdaderamente incoherente… Se me ocurrió cruzar la calle para visitar a Daniela González ¿la recuerdas? Y comprendí que lo que me sucedía era que me sentía un poco sola. Minutos antes acababa de inspeccionar minuciosamente uno que otro libro y no me apetecía en ese momento leer ninguno de ellos. Sería bastante agradable tener compañía, me dije, alguien con quien compartir un rato como había hecho con Daniela. Eventualmente nos enfrascábamos en conversaciones no tan agradables, no era exactamente una persona muy letrada, más si hablaba de temas que a mí me interesaban.


A veces es hermoso cruzar un par de miradas con alguien y notar comprensión, aunque solo sea durante efímeros instantes de tiempo, pero esto inevitablemente puede alterar hábitos muy estimados. Al menos, sé que tú y yo nos comprendemos y que siempre nos comprenderemos de cierta forma, con o sin palabras vagamente rebuscadas, como solo pueden hacerlo quienes comparten un vínculo, amistad, hermandad o ese extraño e incomprensible padecimiento llamado amor; me refiero al amor entre parejas, claro está. Entonces, ayer por la mañana, mientras que pensando tirada en mi cama estaba, descubrí que el mejor antídoto para esos sentimientos de lasitud tan típicos en mí, es la actividad, ya que no tuve ni siquiera un instante para pensar en ellos desde que me desperté hoy, fue así como termine por olvidarme casi del todo inmersa en esos pesados y malolientes libros de ingeniería; sabes que al igual que tu siento cierto desagrado proverbial, que raya en el desprecio moderado por los libros en digital.

Sabes algo, no había leído nunca El Caballero De La Armadura Oxidada, y es tan edificante… A veces se pasa un poco de edificante, pero bueno sabemos que es un libro para neófitos de la lectura, de modo que es natural que entre sus páginas se oculten muchas moralejas destinadas esencialmente a niños y adolescente. Odio los libros, revistas, folletos y cualquier material audiovisual donde aparezcan animales parlantes. ¡Gracias por recomendarme enfáticamente un libro donde hay animales que hablan!

No te olvides de las flores rojas tan bellas que me prometiste, ha pasado un largo tiempo desde el último regalo que a sabiendas me distes.



Breymer Maza


jueves, 18 de agosto de 2016

En El Salón De Clases (Segunda Parte)


Sentado como si nada en aquella banca de concreto un tanto deforme que yace en el pasillo central de la universidad, tendencialmente ensimismado como es la costumbre de quien eventualmente escribe relatos que quizás nunca llegaran a ser historias vagamente contadas... Que quede en evidencia que discrepo de las mal llamadas casualidades o sucesos que se pinten satíricamente como tal; más si me inclino por la causa y efecto que hacen posibles que lo pueda llegar a pasar suceda en determinado momento, y pese a que desconozco la causa que llevo a su anatomía hacia donde sentado estaba yo, aún recuerdo cíclicamente el efecto que tuvo en mí aquel fortuito evento de ese día al mediodía.

Desconectado casi que por completo del escenario universitario ocasionalmente entretenido que me rodeaba, y con la mirada fija en la parafernalia distractora que en mis piernas en ese momento se encontraba, escuche que alguien de ronca voz femenina me saludaba. Una momentánea arritmia cardiaca en mí se sobrevino, fueron algo así como segundos que podría considerar caóticamente divinos. Pronuncie su lindo nombre, no sin antes saludarla con un eufórico (casi que gritos) ¡Hola! seguido de una no tan inocente pregunta, aunque sin ser pregunta; me extrañaba el atípico hecho de ya no verla en aquel educativo escenario donde tarde a tarde sentada en primera fila esa señorita tan inteligente de lentes, con piel morena, cabello ondulado y labios pintados de rojo carmesí se encontraba.


Más que maravillado por su tierna voz, la seriedad en su hablar, o quizás ese jovial tono que ella particularmente le da, casi siempre acompañado de una hermosa sonrisa iluminando su rostro que tácitamente malogra mi hablar; debo confesarlo, tener cara a cara a quien desde hace un par de semana de mi mente no sacaba, dejo momentáneamente sin palabras a quien de su improvisación y oratoria casi que alardeaba. Una conversación sorprendentemente amena (con una que otra mala palabra, pero no hay problema) fue lo que en ese mediodía se llevó acabo; rara vez en un primer encuentro verbal esto me había pasado, y no creo que se trate de “química” o alguna de esas babosadas de pubertos en pos de un romanticismo de arcada, lo que en aquella fría banca de concreto se dio lugar. Entre risas y una que otra divagancia cacofónica hablar de ella, con ella no me causo problema alguno, mas bien fue algo demasiado oportuno; interrupciones no se hicieron esperar, solo basta que esté en muy buena compañía, para que “todos” quieran saludarme y preguntar como estuvo mi día… Quisiera poder ver lo estúpido que me veía (suponiendo que lo hacía), desde los lindos ojos color café de quien estaba conversando conmigo ese día.

Breymer Maza


jueves, 26 de mayo de 2016

En El Salón De Clases ( Primera Parte )

Mientras que por mi mente deambulaba una frase un tanto piromántica que minutos antes leí, fue cuando la vi, o quizás ella fue quien sin saberlo me vio a mí. Una bella señorita que podría considerarse de piel morena, cabello rizado hermosamente rebelde y unos lindos ojos color café, que ocultos tras unos lentes derriten con solo ver a quien visto desde hace tiempo quería ser.

En aquel salón de clase un tanto lúgubre y con aires de mausoleo, más o menos a las 7:45 de la mañana la estuve buscando con la mirada, hasta que segundos después la encontré sentada en los primeros asientos del salón, he notado que esa es su costumbre, digno ejemplo de una estudiante hambrienta por el devenir del conocimiento. La clase que no era para nada entretenida y mi mente que estaba un tanto distraída, dieron como resultado que mi mirada estuviera fija en ella, la única señorita que de aquel colmado salón de clase mi atención había llamado. Ahí estaba yo, usando una gorra y con un aspecto más desprolijo de lo habitual, dejándome crecer mi sátiro intento de barba tan solo para variar un poco. ¿Qué cómo estaba vestido yo? la indumentaria no es que me importe para nada,  aunque tampoco voy por la vida usando un poncho previamente vomitado hablando de paz y amor entre caladas de marihuana.

En pocas, pero educativas oportunidades, desbordante de conocimientos y dudas la he escuchado hablar, claro que totalmente maravillado, ya que tras todo lo que a simple vista se puede llegar a ver en ella, hay algo más y de mayor importancia que una simple, pero llamativa cara bonita. Su tierno tono de voz bastante moderado me tiene encantado, al igual que ese resquicio de timidez que logro evidenciar en ella aun sin comenzar a conocerla; un tanto asocial y eventualmente ensimismada, por lo que he visto así es ella. Sus labios pintados de abundante rojo carmesí me llamaron bastante la atención desde aquella primera vez que en el salón de clases la vi... En mi tendencia a ir en contra de lo estrictamente convencional, y pese a que siento cierto desagrado proverbial, que raya en desprecio moderado por esas chicas de labios con excesivo lápiz labial, tal cual payasos groseramente maquillados tan solo para entretener, debo mencionar que a mi compañera de clase, sus voluptuosos labios pintados de rojo carmesí no se le ven nada mal, no hay quien lo pueda negar fuera de la tradicional envidia feminista. Aun no la conozco como quisiera, aunque creo que de intentarlo su recatada personalidad parcialmente tímida me lo impidiera.


Breymer Maza

viernes, 6 de mayo de 2016

Crónica De Una Demagogia


Las civilizaciones desde sus inicios, siempre han requerido de la existencia de deidades para justificar fenómenos paradigmáticos que den cabida a la existencia misma desde un punto de vista creacionista, más no evolutivo. No es de extrañarse que con el pasar de los siglos algunos sofisticados demagogos hayan logrado proclamarse abiertamente como figuras mesiánicas; quizás fue el pueblo el cual seducido por el ideal de un “salvador” con cierta chispa de divinidad, otorgo poder, a quien hambriento de poder estaba.

“El poder radica en la apariencia del poder”, esta frase se le atribuye al renombrable emperador francés Napoleón Bonaparte, el cual hacía referencia a que el poder se basa meramente en la apariencia del mismo. Históricamente quedo demostrado en Europa, cuando un político, militar y dictador Alemán, con un ideal utópico sobre la creación de una nación poderosa y la erradicación de las razas que consideraba impuras, conquisto el corazón de un pueblo herido por los estragos de la guerra y la pobreza extrema. El Führer de Alemania desde 1934 hasta el día de su muerte; Hitler consiguió obtener creciente apoyo popular mediante la exaltación del pangermanismo, el antisemitismo y el anticomunismo, sirviéndose de su talento oratorio apoyado por la eficiente propaganda y las concentraciones de masas cargadas del simbolismo de la ideología nazi. Inició un  proceso de eliminación de diversos grupos raciales, políticos, sociales y religiosos que consideraba “enemigos de Alemania” y razas que consideraba impuras, lo que le llevó a reasignar las directrices a los campos de concentración para la liquidación sistemática de comunistas, judíos, testigos de Jehová, gitanos, enfermos mentales y homosexuales. Adolf Hitler fue causa de la muerte de diecisiete millones de personas, incluyendo seis millones de judíos, un millón y medio de gitanos, en lo que se denominó posteriormente “Holocausto”, logrando así, el mayor genocidio de la historia conocido.



"Ustedes dirán, qué más quieren, si ya tienen el poder absoluto. Seguro, tenemos el poder, pero aún no tenemos a todo el pueblo. A ti, trabajador, no te tenemos en un cien por ciento, y justamente a ti te queremos. No te dejaremos, hasta que te comprometas con plena conciencia, totalmente con nosotros." (Robert Ley, 2 de mayo de 1933)

“El socialismo es un modelo  basado en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad”, esto suena verdaderamente hermoso pronunciado por aquellos que muestran groseramente su riqueza, mas no para aquella humilde madre de familia que lleva más de 6 horas haciendo una humillante cola al estilo del castro-comunismo cubano (ahora ya moribundo), para poder adquirir los alimentos necesarios para garantizar, al menos por unos días, la subsistencia de los suyos. No hay cabida para si quiera hablar de igualdad, si se trata de todos los ciudadanos inmersos en la pobreza e ignorancia por igual; desfalcos mil millonarios a la nación, demuestran que un pequeño grupo se hace cada vez más rico, mientras la gran mayoría no, todo lo contrario, cada vez hay más pobreza, no solo económica, sino también moral, social e intelectual. Resulta trágicamente vergonzoso, escuchar a un Ministro de Educación diciendo que a los pobres había que dejarlos en su pobreza, porque de lo contrario no apoyarían este sistema de gobierno. Ha quedado suficientemente demostrado a través de estos ejemplos (o eso creo), las maravillas del socialismo del siglo XXI, que en realidad se trata de una kakistrocracia, ya que solo en un gobierno donde gobiernan los peores, es capaz de casi llevar a la quiebra a un país rico en petrolero.


Nuestros gobernantes, han convertido de nuevo al hambre en un grave flagelo social del pueblo, los más desamparados deben enfrentarse a los horrores implacables como lo son: la escasez, desabastecimiento e hiperinflación, la falta de insumos y medicinas; en el caso particular de Venezuela, cuesta demasiado si quiera conseguir un antigripal. Queda en evidencia que ya no se trata de un modelo de socialismo fracasado, es una kakistrocracia cada vez más decadente, la que nos ha llevado a esta crisis sin precedentes en la historia venezolana. En las panaderías de mi país, hoy se pelea por comprar pan, nuestras fuerzas armadas son principalmente empleadas para cuidar abastos y supermercados, en las cárceles y fuera de ellas, los delincuentes son los que gobiernan… Podría llenar muchas páginas con estas demostraciones ominosas, con las que esta kakistocracia nos insulta descaradamente día a día; pero que quede claro, que no pueden existir autoproclamados mesías, sin que haya un pueblo que los respalde y que el poder no es el contamina, lo que contamina es la debilidad humana cediendo ante el poder.


  Breymer Maza 

miércoles, 27 de abril de 2016

Se Dice De Reynaldo Zarraga


En el  reencuentro de algunas penas que no se ahogaron en aquellas botellas de vodka barato, se encuentra aquel mal llamado adulto joven, quien es el autor de algunos peculiares escritos cortos, y algo así como una mini-novela, cual se da forma a través de relatos de naturaleza frecuentemente bizarra… el escritor casual de aquella triste oda a la poesía pseudo-lésbica “en la intimidad del hogar” creo que así  le llama a su no-nata novelita, en la cual resalta la masturbación femenina como un acto de independencia del jovial machismo de nuestros libidinosos contemporáneos. Una modesta manifestación literaria de erotismo con pocas palabras intencionalmente rebuscadas, llegan al lector que se digne; suponiendo que alguien, en algún momento motivado por su ladillada curiosidad, se motivara y la leyera… Cuando se trata de formular palabras, es bastante bueno (a través de sus escasas publicaciones, queda demostrado) solo que rara vez el escritor en ciernes escribe algo, y prácticamente porque su amigo y editor se lo demanda.

Un poético y devoto hombre de color, que entre libros, series y videojuegos, se ha vuelto inevitablemente mayor, viviendo siempre a la tentativa de adquirir parafernalia que podría considerarse esotérica, con la única finalidad  de distraerse un poco fuera del margen de lo convencional. No es que se trate de un sádico moderador de goringa, solo que tras tanto años idolatrando a Stephen King , ha desarrollado un macabro gusto literario … Quizás nos encontramos en presencia del escritor del próximo  best seller “50 sombras lésbicas macabras” que quede claro, el tópico de su escritura radica en vivencias entrañablemente vinculadas a las mujeres que le gustan otras mujeres (lesbianas). En la codillera de los andes venezolanos, se podría decir que yace su innegable verdadera musa, esa que dio vida a intrincadas historias, narradas casi que monotemáticamente por él, historias las cuales quizás nunca lleguen a ser plasmadas en papel, mucho menos a ser publicadas en este tabloide decadente, para incentivar paulatinamente el morbo colectivo de algunos grupos retractores.


Limitado es el número de líneas que me permito para esta publicación, será para otra ocasión que continúe con la sátira definición del peculiar personaje que es mi colega y amigo Reynaldo Zarraga, alguien que ha pregonado durante casi una década, que el término “madurar” solo debe ser aplicado a vegetales y hortalizas, llegando así a la cúspide de la decadencia, en cuanto a crear consignas pro-frikis se refiere. Pero en fin así nos tratamos duramente los "escritores" que eventualmente "escribimos" o al menos hacemos el intento. 


Breymer Maza 

martes, 26 de abril de 2016

Se Dice De Breymer Maza


Atareado de hojas llenas de números y letras como una ensalada matemática y sin ningún sentido para el analfabeto del pueblo, pensando en voz alta sobre leyes físicas más que imperceptibles y sin ningún significado para el común de los mortales; estaba allí, el Hidalgo de la ingeniería, un homúnculo con el ingenio de un Tesla en desarrollo, la arrogancia de un Galileo, la pasión de un Hawking y la disfunción amorosa de un Einstein (2 noviazgos fracasados), una suerte de ornitorrinco de la física moderna digno de admiración, a veces divaga en cuanto a una fantasía, una opus Magnus, cuya protagonista es una mujer con amplios y complicados pensamientos femeninos sobre la sexualidad y el amor; dudosos de la masculinidad del escritor para quien no lo conoce, yo lo conozco, su frase: "es mejor un verdadero loco amigo, que cien falsos cuerdos".


Amante del romanticismo, y sin embargo no es un giacomo casanova en el amor, aun lleva el delirio y la frustración de un adolescente liceísta en plena pubertad pensando ¿Por qué no cojo tan seguido cómo el calvo cogedor de las porno?, la poesía callejera estuvo inoculada en sus venas por un tiempo (mercancía proveniente de España), solo quedo el efecto secundario, gusto por la música y el acento español con voz de pito que le precede, aun así es buena gente, le gusta escribir sobre amor y ternura disfrazado de elfos nocturnos en una jungla de asfalto a medio día, analítico psicológico como Hannibal, lector con una dieta baja en grasa literaria, no cree en la brujería y aunque de que vuelan vuelan, no cree que realmente vuelen; su meta trazada es la misma que de un maratonista con una dotación ilimitada de gatorade intelectual, aunque al igual que el maratonista no basta el gatorade, si no entrenas…pierdes. No es muy sociable, si el tema de conversación no lleva más de 140 caracteres de interés para su persona solo seguirá un continuo  “aja” “ta bueno mano” con despectiva indiferencia; yace a la espera de una joven que se acople a su cordura, mientras seguirá haciendo el amor con los libros de texto y engañándolos con su hija, su nocturna amante la electricidad al compás de la melodiosa voz de Adele, y quizás una masturbada físico-mental con Miranda Cosgrove o Chloe Grace Moretz; si, a veces tiene una fuga de cerebros, y no es de extrañar, de todas manera es humano.

Aún queda mucho por decir y sin embargo la hoja es pequeña, la crítica es más una comedia negra sobre la personalidad de mi compañero, amigo, editor y póstumo continuo recordatorio obligatorio de escribir para el blog; para los ausentes de conocimiento, no usar la palabra de otro como guía para sojuzgar, mejor es dirigirte a la persona y de cero empezar, pero en fin así nos tratamos duramente los escritores que eventualmente escribimos.  

Reynaldo Zarraga



lunes, 11 de abril de 2016

El Escritor Como Artista Contemporáneo

“El hecho de escribir no implica hacerlo bien”, cada quién desata sus maniatadas ideas como le plazca, el músico hace vibrar el aire con su tonada y el escultor desata violencia contra el mármol, dando paso a la belleza subjetiva; con el escritor pasa algo muy similar, revolotea en su mente un torbellino de ideas, o al menos eso dicen aquellos con el nivel de autocrítica un poco tocando el piso, lo confirman unos pseudo-escritores que…eventualmente escriben. No hay porque  ser muy duros con todos, hay quienes desarrollan toda una trama novelesca fácilmente catalogada de “Opus Magnus”, y no porque aquí se encuentre el mal llamado escritor de la no-nata “Enamorado De Una Mentira” voy a dejar de ser crítico compulsivo; son verdaderas obras de arte, escritura limpia, trama impecable, personajes atractivos, descripción detallista, mis felicitaciones al cocinero; otros tantos crean cosas variopintas, interesantes para no pasar momentos aburridos, aunque no dejan una muy buena y larga impresión, es algo así como un condón, lo usas y ya; que quede claro, esto va dedicado a aquellas novelas que no me interesa volver a leer. Bajando un escalón más están aquellos que solo leería como último recurso, cuando ya no queda nada mas, como un puesto de perro caliente a las 2 de la madrugada; claro, esto es solo mi opinión personal, cada cabeza es un mundo y en cada mundo hay una civilización, con sus propias peculiaridades que la define. No puedo ordenarte que leer o que escribir, la escritura es como el sexo, todo el mundo lo hace, pero no todos lo hacen bien, y la lectura como el voyeur, donde yo miro erotismo, tú ves violación y pornografía barata. Volviendo a la loca idea que le dio inicio a nuestro articulo amarillista en este tabloide decadente, hay escritores que literalmente se cagan en el arte de escribir, y con su vagina infectada paren un producto fofo, feo y carente vida vagamente literaria.




La tecnología y los libros, que pretenciosa se ha vuelto la tecnología, que osada, intenta suplantar a los libros, no tengo nada en contra de los así llamados “textos electrónicos” aunque jamás me limpiaría el culo con una Kindle, tal vez si con el new york times; (Posdata.: mi culo adora estar bien informado) los libros electrónicos, así como la inseminación artificial, es una maravilla para el mundo, aun así son de mi preferencia los libros en físico, así como la forma tradicional de hacer bebes. Textos electrónicos, el nuevo mercado en línea, son más baratos, fáciles de llevar, puedes tener una biblioteca en 15 cm de LCD, más estos son carentes de toda vida. Sin embargo los libros de tapa dura, aquellos con un aroma añejado como licor de tonel de roble, nos recuerdan lo bello que es la lectura, sin tantos fotones que nuestras mentes torturan. Me resulta irónico saber que hoy en día ya está disponible en versión digital, el ingenuo Hidalgo Don Quijote de la Mancha, las obras del visionario Verne, o el ingenioso deseo que transmite Lolita; siendo esta última, la base del erotismo literario sin rayar en la pedofilia, y no todas esas sátiras escritas para que se masturben esas amas de casas desesperadas…y niñas colegialas promiscuas. Así muchas otras grandes obras, escritas a mano, puño y letra luchando con tinta y papel contra el tiempo, corrompidas por códigos binarios. El lector contemporáneo nacional puede llegar a pensar que el escribir es una MIERDA, nadie lo aprecia y no es algo rentable. Nuestras “apáticas” editoriales lo demuestran, al afirmar que el venezolano común no es precisamente un buen lector, si no está en las redes sociales ¿Por qué debo leerlo yo? eso sería pedir demasiado de seres carentes de cultura general. Yo personalmente discrepo de este pensamiento, en mi tierra muchos aun leemos, siquiera una novela corta o un cuento que podría considerarse infantil; pero leemos, de diferentes maneras, algunos deambulan inmersos en sus teléfonos celulares (señoritos que piden té en los bares), otros atesoramos el contacto de nuestras manos con un libro. Cada quien tiene su modo, pero aun así  practican el buen habito de la lectura compulsiva.


Siempre es la misma historia, todos inmersos, casi que encadenados a la televisión, formando parte de esta bien planeada demagogia, que ha vuelto como un hecho atípico, alzar la voz y escribir algo en tono crítico. Es más que lamentable encontrar personas, que al escuchar la palabra “novela”, automáticamente la relacionen con televisión, son esas mismas personas que motivadas por su ignorancia colectiva, suele decir que los libros son basados en películas. Cada día se lee menos (algo que es lamentable), por consiguiente también se piensa menos, en los salones de clase se educa menos y poco a poco se vive menos; porque leer también en vivir historias que con el pasar del tiempo se logran sentir como propias… Quien hoy escribe, estará mañana entrañablemente vinculado a quien ayer leyó, ese que le enseñó (no a sabiendas) la importancia del escritor como artista contemporáneo.



           Breymer Maza - Reynaldo Zarraga



domingo, 27 de marzo de 2016

El Inoportuno ( Primera Parte )


Aquella tarde de domingo hacía un calor infernal (39 o 40 grados centígrados) y como un comportamiento bastante atípico en mí persona, se me ocurrió ir a visitarla, quizás solo para saludarla, casi siempre ella está ocupada y no es mi intención importunarla para nada. Su madre me saludo al llegar, la intento llamar, pero por estar con los auriculares puestos y a todo volumen, ella no alcanzo a escuchar, camine sin compañía de nadie hasta llegar a la cocina ya que su madre estaba ocupada colocando en la sala unas cortinas, ahí fue cuando la vi, llevaba puesto un pijama azul celeste de 2 piezas que se le veía precioso en unión con su largo cabello desprolijo, mientras cocinaba también escucha música y muy alegre se notaba, ella no sabía de mi presencia, por esa razón naturalmente bella se comportaba, jugaba con los condimentos, un cucharón y el pescado que a la plancha asaba.


Influenciada quizás por el éxtasis que en ocasiones puede producir la música, ella comenzó a bailar, aumentando paulatinamente su nivel de sensualidad; a través de sus auriculares se escuchaba un ritmo de reggae y una voz femenina cantar “But there's a side to you, that I never knew, never knew, all the things you'd say they were never true, never true, and the games you'd play, you would always win, always win …” toda su anatomía oscilaba con cierto ritmo de lado a lado, mientras que yo aún continuaba parado, al lado de unos elegantes gabinetes que están en su cocina, observando totalmente encantado aquella muestra de espontaneidad tan repentina. De pronto ella volteo, se percató de que yo llevaba rato viéndola, automáticamente se sonrojó, bajo la mirada y claro, conmigo se molestó.



Creo que debí haberme anunciado de alguna forma, aunque de haberlo hecho me hubiera perdido de aquel acto fortuito que hoy tiernamente atesoro, protagonizado por una ella, a la cual naturalmente adoro. 


Breymer Maza

lunes, 14 de marzo de 2016

Analógico En Un Mundo Digital


Me estoy volviendo viejo, o eso es lo que pienso mientras miro las manecillas del reloj girar sin detenerse, la tecnología avanza como el tiempo y sin embargo no logro adaptarme, hace como un mes que compre un  teléfono móvil y no sé cómo usarlo, sigo siendo de los que es más fidedigno a usar el correo, el papel deja mejor impreso un te quiero que lo que lo hace un mensaje de texto adjunto a una imitación de emoción como si la hubiese dibujado un niño de primaria (emoticón). Las cosas tecnológicas absorben la vida de la gente, hay quienes dependen de eso, que viven de ello, claro está, es un trabajo como cualquiera, pero vende adicciones en un establecimiento grande con aire  acondicionado como lo haría un traficante de cocaína en una esquina a la media noche, y cada vez las dosis se vuelven más y más caras y adictivas y con efectos secundarios más amplios; se está perdido el contacto físico y se ha vuelto ya un encuentro virtual, a no ser que sea por sexo, ya el verse las caras se volverá innecesario y quien quita en un futuro no muy lejano logren inventar un método de mandar el semen por correo electrónico y el parto o cesárea se a través de códigos binarios.

Le implantamos memoria a nuestros aparatos electrónicos y no nos damos cuenta de que estamos perdiendo la nuestra, la memoria de que somos humanos y necesitamos conectar nuestras emociones de frente (interpersonalmente) y no a través de un mundo virtual; el vinyl sonaba más humano que un sonido dolby estéreo digital dos punto no sé qué cosa que pueda generar una máquina, los que pensamos así quedamos obsoletos en un mundo que avanza demasiado deprisa y solo quedan dos cosas, adaptarnos o esperar a ser desechados y el recicle no es una opción, tampoco el repotenciar un artefacto viejo con piezas modernas lo es , seguro que puedo llegar a ser una burla en este tiempo y si, leí la carretera maldita de Stephen King, se cómo termina.

En fin relato este anticuado y polvoriento pensamiento en una hoja de papel y lápiz de grafito, aunque el papel es caro y están muriendo muchos árboles para que este mensaje llegue a mucha gente, mi editor y gran querido amigo (Breymer Maza) me aconseja que me trague mi orgullo y lo suba a Internet para que mucha gente lo lea y lo comparta, quizás la mejor forma de hacer despertar a la gente es dormirme con ellos en un sueño de megas y gigabytes, mientras lo pienso sigo mirando las manecillas de mi reloj y me doy cuenta que soy como el... un hombre analógico en un mundo cada vez más digital.

Creo que me conectare y despareceré en esta amplia telaraña globalizadora que siempre ha sido Internet en 3, 2, 1,...  


Reynaldo Zarraga


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