Atareado de hojas llenas de números
y letras como una ensalada matemática y sin ningún sentido para el analfabeto
del pueblo, pensando en voz alta sobre leyes físicas más que imperceptibles y
sin ningún significado para el común de los mortales; estaba allí, el Hidalgo
de la ingeniería, un homúnculo con el ingenio de un Tesla en desarrollo, la
arrogancia de un Galileo, la pasión de un Hawking y la disfunción amorosa de un
Einstein (2 noviazgos fracasados), una suerte de ornitorrinco de la física moderna
digno de admiración, a veces divaga en cuanto a una fantasía, una opus Magnus, cuya
protagonista es una mujer con amplios y complicados pensamientos femeninos
sobre la sexualidad y el amor; dudosos de la masculinidad del escritor para
quien no lo conoce, yo lo conozco, su frase: "es mejor un verdadero loco amigo, que cien falsos cuerdos".
Amante del romanticismo, y
sin embargo no es un giacomo casanova en el amor, aun lleva el delirio y la frustración
de un adolescente liceísta en plena pubertad pensando ¿Por qué no cojo tan
seguido cómo el calvo cogedor de las porno?, la poesía callejera estuvo
inoculada en sus venas por un tiempo (mercancía proveniente de España), solo
quedo el efecto secundario, gusto por la música y el acento español con voz de
pito que le precede, aun así es buena gente, le gusta escribir sobre amor y
ternura disfrazado de elfos nocturnos en una jungla de asfalto a medio día, analítico
psicológico como Hannibal, lector con una dieta baja en grasa literaria, no
cree en la brujería y aunque de que vuelan vuelan, no cree que realmente vuelen;
su meta trazada es la misma que de un maratonista con una dotación ilimitada de
gatorade intelectual, aunque al igual que el maratonista no basta el gatorade,
si no entrenas…pierdes. No es muy sociable, si el tema de conversación no lleva
más de 140 caracteres de interés para su persona solo seguirá un continuo “aja” “ta bueno mano” con despectiva indiferencia;
yace a la espera de una joven que se acople a su cordura, mientras seguirá haciendo
el amor con los libros de texto y engañándolos con su hija, su nocturna amante
la electricidad al compás de la melodiosa voz de Adele, y quizás una masturbada
físico-mental con Miranda Cosgrove o Chloe Grace Moretz; si, a veces tiene una
fuga de cerebros, y no es de extrañar, de todas manera es humano.
Aún queda mucho por decir y
sin embargo la hoja es pequeña, la crítica es más una comedia negra sobre la
personalidad de mi compañero, amigo, editor y póstumo continuo recordatorio obligatorio
de escribir para el blog; para los ausentes de conocimiento, no usar la palabra
de otro como guía para sojuzgar, mejor es dirigirte a la persona y de cero
empezar, pero en fin así nos tratamos duramente los escritores que eventualmente
escribimos.
Reynaldo Zarraga
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