Era una tarde de sábado, en el trabajo me pagan los días sábados así que contento estaba mientras que esperaba el autobús para retornar al lugar que eventualmente llamo casa. Miro hacia atrás, el autobús está por llegar a la parada inicial donde otras personas y yo lo esperábamos mientras renegábamos por su demora; de pronto, logro ver a una señorita de lentes, gorra de visera plana y suéter ( chompa ) negro que salió corriendo en dirección al autobús, pero el conductor no le abrió las puertas para que pudiera subir, es muy probable que la chica desconociera la situación, que hay una parada inicial, y los que estamos haciendo una fila no lo hacemos por diversión.
Reírme de la ignorancia particular ajena no es lo que habitualmente hago, pero me causó mucha risa lo sucedido, ver la chica siendo ignorada por el conductor y obligada hacer la fila para subir al autobús hacia el cual segundos antes había corrido. Finalmente subo al bus, me siento y en silencio observo a través de la ventana a la despistada chica hacer la fila, pero lo que yo no me esperaba era que ella a mi lado se sentara. Se puso sus auriculares, colocó una canción de ánime y sacó un material impreso sobre física básica para ingeniería, ya saben, segunda ley de Newton, estática, trabajo y energía... un excelente tema ( al menos segundo yo ) para comenzar una conversación.
- El Serway es un buen libro para estudiar sobre eso - dije yo.
- Si, solo estoy revisando las formulas - ella quitándose los auriculares respondió.
Fue así como una interesante conversación sobre ingeniería comenzó, hablamos de muchas cosas relacionadas al entorno ingenieril, le comenté como fue mi experiencia como estudiante de ingeniería en la UNEXPO charallave, ella recién comenzaba ingeniería civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú ( La Cato ), aun así le recomendé varias cosas : evitar en el futuro ser odiosa con los nuevo ingreso ( los cachimbos ), no unirse a los grupos de Facebook sobre ciencias e ingenierías, ya que estos están plagados de egocéntricos niños ratas mal letrados, entre otras cosas. De pronto, así como llegó corriendo hacia aquel autobús, de la nada la chica se levanta de su asiento pues había llegado a la parada donde ella bajaba, con la mirada y un extraño gesto en su boca y mano derecha se intentó despedir de mi. Me jode el hecho de que no pude saber su nombre o decirle el mio, me quedé pensando en ello por unos segundos, hasta que escuché un ruido, era ella levantándose del suelo pues del autobús al bajar se había caído, quise ir a ayudarla pero tras arrancar nuevamente el autobús no habría podido.
Sinceramente espero que los estudiantes de ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú ( La Cato ) no sean como los de la UNEXPO Charallave, o por atolondrada se la van a comer viva.
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